CIENCIAS
SOCIALES
Fe y Alegría La Cima es una Institución Educativa de carácter oficial, inclusiva y participativa que desarrolla un proyecto educativo de transformación social, dirigida a estudiantes de preescolar, básica, media académica y media técnica. Las Ciencias Sociales como ciencias de la discusión, comprensivas y explicativas deben crear las posibilidades de reflexión de los procesos llevados a cabo por el ser humano en cada época y cada contexto. Por eso se debe superar su carácter memorístico y teorizante, fomentando actitudes críticas, orientadas hacia la formación de agentes de cambio, capaces de modificar los procesos y relaciones sociales, para el bien colectivo e individual.
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Fe y Alegría La Cima es una Institución Educativa de carácter oficial, inclusiva y participativa que desarrolla un proyecto educativo de transformación social, dirigida a estudiantes de preescolar, básica, media académica y media técnica. Las Ciencias Sociales como ciencias de la discusión, comprensivas y explicativas deben crear las posibilidades de reflexión de los procesos llevados a cabo por el ser humano en cada época y cada contexto. Por eso se debe superar su carácter memorístico y teorizante, fomentando actitudes críticas, orientadas hacia la formación de agentes de cambio, capaces de modificar los procesos y relaciones sociales, para el bien colectivo e individual.
En las Ciencias Sociales se busca que los
estudiantes adquieran los conocimientos básicos a partir de Aprendizajes
Significativos. Deben desarrollarse habilidades en los procesos de manejo de
información y de resolución de problemas, este desarrollo sólo es efectivo si se
hace a partir de la experiencia práctica del estudiante en situaciones
concretas, con el fin de encontrar soluciones, identificando necesidades.
Por esto la enseñanza de las Ciencias Sociales
posibilita a los estudiantes herramientas para interpretar el mundo, creando
una conciencia individual y colectiva, formando personas capaces de comprender,
argumentar y proponer acciones de transformación social.
Es importante también que los y las
estudiantes adquieran el valor de la responsabilidad de cuestionar y asumir los
problemas individuales y colectivos, recalcando el respeto de los compromisos
ciudadanos relacionados con la justicia y la convivencia pacífica.
Para alcanzar estos propósitos es
indispensable desarrollar prácticas de planeación mediante las cuales se
establezcan lineamientos claros que articulen de manera organizada una
propuesta educativa, metodológica y evaluativa de acuerdo con las necesidades del
contexto y a las políticas del Min Educación, con la intencionalidad de
implementar procesos formativos sistemáticos y coherentes que posibiliten las
condiciones necesarias para la transformación personal y social mediante la
adquisición de competencias cognitivas, procedimentales, socializadoras y
propositivas.
La elaboración del plan partió de una revisión
sobre asuntos pedagógicos, didácticos, normativos y disciplinares para construir una
fundamentación teórico-metodológica que permita el desarrollo de una propuesta
para el área, este proceso de planeación debe
incentivar la comprensión,
reflexión, argumentación y explicación de los fenómenos sociales, culturales
mediante la apropiación de las teoría y conceptos propios del área, en el desarrollo de una meta cognición
individual propia de cada etapa de desarrollo del sujeto. Los componentes de este plan son: una
justificación, un diagnóstico de la comunidad educativa, unos objetivos
generales y específicos, una estructuración de contenidos, unos recursos y una
propuesta metodológica y evaluativa.
“Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar
usted precisa saber, pero para educar se precisa ser” (Quino, 1998).
El conocimiento del área de Educación Ética y en Valores
Humanos se funda desde los diferentes encuentros, desencuentros y consensos que
a lo largo de La historia de la humanidad se ha dado. Por ello, sus raíces
epistemológicas y su quehacer práctico
en el ámbito educativo, precisan que el individuo se haga Consciente
De que debe mejorar la manera de vivir, porque la vida y
el mismo Ser humano es un proyecto inacabado que
Busca una
valoración, cada vez más alta, de sí mismo, del otro y de lo otro.
Desde su estatuto inicial constituye un saber “teórico –
práctico – vivencial”
Ligado a la tradición, el lenguaje, la cultura y la
política, buscando formar Mejores seres humanos, ciudadanos
Honestos, capaces
de ir desarrollando y adquiriendo habilidades y destrezas para sus relaciones
interpersonales como Se puede inferir de Fernando Savater (2010) hay saberes
imprescindibles para la vida de
Un ser humano, uno de ellos es la ética, porque ella nos
permite saber Lo que nos conviene y lo que no nos conviene.
En esta concepción curricular el maestro direcciona un
diálogo permanente hacia la transformación del estudiante para adquirir una
mejor calidad de Vida para comprenderla
tener una posición frente a ella y contribuir a su Transformación, con
criterios de justicia social, equidad y búsqueda del bien común.
De allí, como se
cita en los lineamientos curriculares para el área, “Si la Educación ética y
moral prepara para la
Vida, es necesario
reconocer que el arte de la vida escapa a cualquier ingenua pretensión de ser
enseñado como por Ejemplo, se enseña a hablar, caminar, o a sumar o restar.”
(Ministerio de Educación Nacional, 1998, p.35).
Por eso, el conocimiento práctico que promueve la ética
se empieza a adquirir desde el momento mismo en que se nace dentro de un núcleo
familiar, y se va afinando y completando a través de la relación con el otro
por medio del Compartir social y la participación. La escuela, como una de las
instituciones de acogida, apoya la formación brindada por la familia e instaura
unos valores y unas posturas frente a la vida, que la sociedad desea para cada
uno de sus Integrantes y el área de Ética y Valores contribuye al logro de
dicho objetivo
Formativo. Además, la escuela fomenta los valores que el
Estado desea evidenciar como identidad nacional.
El
arte es el reflejo de lo que son los pueblos. El estudio de la historia nos
demuestra que la mayor calidad de producción artística la tienen los pueblos
que más logros alcanzaron en los campos social, científico y cultural en
general. Las economías más destacadas y los pueblos más poderosos también
produjeron refinados testimonios artísticos, que se miden por la producción
arquitectónica, literaria, pictórica, musical y de las demás artes, y en el
nivel cultural de la sociedad en conjunto. Los colombianos todavía no tenemos
una identidad nacional decantada, resuelta, clara, cultivada.
Se
nos identifica como país violento lo cual, con frecuencia nos lleva asumir una
actitud negativa hacia otros pueblos. Desafortunadamente los índices tan altos
de violencia del país nos delatan. Vivimos en un ambiente agresivo inducido
generalmente por personas que no necesariamente se consideran violentas.
Una
manera de cambiar esta situación es emplear la actividad cultural, pero no en
el sentido de producir espectáculos y grandes artistas, sino cambiando nuestras
formas de violencia, modificando las maneras de comunicarnos; utilizando, por
ejemplo, los lenguajes artísticos.
A
través del arte se puede enseñar a respetar a los demás porque se los valora.
El ámbito del conocimiento y de confianza es la base necesaria para ser
respetuoso. En Colombia le faltamos al respeto a la tradición y a la historia,
no se cuida lo que otros han creado, aquello que forma nuestra identidad
nacional. Actuamos sin conciencia histórica y desconfiamos de los demás por
principio. La civilización tiene que establecer confianza para poder llegar a
acuerdos y para poder avanzar socialmente; "ser un vivo" es un valor
al que nos referimos positivamente, pero en general es un concepto devastador y
negativo que se sustenta sobre la base de la desconfianza.
No
perdamos de vista entonces que la conflictividad es fuente de imaginación y de
creación por cuanto ella despliega en la mente y en el pensamiento búsquedas
intensas para encontrar la manera de tornar nuevamente a la condición de
equilibrio. Pero es innegable que la condición óptima de desarrollo del ser
humano en su pensamiento creativo es su convivencia armoniosa con los demás.
Sentir
que se tiene la posibilidad de interactuar confiada y desprejuiciadamente con
el medio y con las otras personas, es condición fundamental para percibirse
realmente vivo, para darse cuenta de que se es uno mismo. En esta actitud se
origina la disposición a responder creativamente en la vida cotidiana, desde la
cual se pueden ver las cosas todo el tiempo con ojos frescos. En actitud
confiada, sin miedos se siente la motivación a aprehender, conocer y apreciar
la gestualidad, las palabras y los hechos de uno mismo, de los otros y de las
cosas.
La
educación artística desempeña una función social. Contribuye significativamente
al desarrollo de actitudes sensibles, confiadas, respetuosas y comprensivas de
las diferencias en sentimientos, ideas y trabajos. Previene el deterioro de las
relaciones entre las personas, más bien cultiva su calidad. Es decir, hace
posible instaurar en la escuela relaciones de calidad, promoviendo procesos
armónicos de transformación social, hacia la conformación de comunidades
autónomas. Por su misma índole conlleva a la producción de formas simbólicas y
metafóricas particulares por las cuales se comunican ideas y sueños que de otra
manera serían incomunicables.
Las
artes transmiten sentimientos e ideas, por esto mismo "las reglas del
juego ya no cubren solamente los aspectos de la habilidad o de la estética sino
también de la ética y de las relaciones sociales. La meta de una buena
enseñanza de arte no puede ser (únicamente) la de producir un buen pintor-donde
la calidad de la pintura se basa en dictámenes del mercado- sino la de formar
un buen generador, selector, organizador y comunicador de información"
según lo expuso el artista educador Luis Camnitzer.
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